CUIDAR TU FUTURO
Seguridad financiera y personal: dos caras de una misma moneda
Las reglas de seguridad personal son un conjunto de medidas que ayudan a preservar la vida, mantener una buena salud y salvar la propiedad. Un enfoque cauteloso respecto al fuego reduce el riesgo de incendio, mientras que una puerta de metal resistente evita que los intrusos entren en la casa. Sin embargo, ¿qué pasa con la falta de dinero, la pérdida de trabajo o la bancarrota? ¿Existe una protección contra tales amenazas?
Vivimos en la era de la inestabilidad económica: las crisis se suceden una tras otra, la inflación y el desempleo invaden las vidas de las personas en todo el mundo. Todo esto no es menos peligroso que las catástrofes, los accidentes y la delincuencia.
No sabe si los intrusos planean robarle, pero aun así cierra la puerta por su propia seguridad. Como en el caso de los problemas financieros: no sabe cuándo pueden surgir, pero toma medidas por adelantado para evitar consecuencias negativas, es decir, para garantizar su seguridad financiera.
En el caso de varios países que experimentan dificultades económicas, podemos ver claramente la conexión entre la seguridad financiera y la seguridad personal. La pobreza empuja a una parte de la población a participar en una actividad delictiva, mientras que otra parte está en riesgo de perder sus medios de sustento o de ser víctima de un delito.
El primer paso
¿En qué piensa cuando se abrocha el cinturón de seguridad o cuando evita caminar por calles poco iluminadas? Se esfuerza por salvar su vida y su salud. La tarea principal en el camino hacia la seguridad financiera sigue el mismo patrón: preservar el capital. La experiencia ha demostrado que los bancos no pueden garantizar la seguridad de los ahorros. El arte de preservar el capital implica la capacidad de invertir en activos anticrisis confiables.
El segundo paso
Al protegerse y proteger su espacio personal de posibles amenazas, puede concentrarse en otros objetivos. Lo mismo pasa con las finanzas: si sus fondos están protegidos contra factores económicos negativos y su impacto, encontrará paz y estabilidad. Es hora de pasar a la siguiente etapa: el aumento de los ahorros. Cuando los ahorros que generan ingresos están protegidos de los riesgos, este es el estado ejemplar de la seguridad financiera.
Imagine una casa bien fortificada, equipada con los más modernos sistemas de alarma y protección contra incendios. Puede vivir felizmente con su familia en una casa así y estar libre de temores.
Ahora imagine que sus finanzas representan una casa así: segura, sin riesgo y constantemente modernizada. Al utilizar la estrategia de "preservar y aumentar", todos pueden convertir esta visión en realidad.
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